Son las dos de la madrugada de un día cualquiera en un hospital cualquiera cuando Marta da a luz a su hijo Daniel. El momento del parto es, sin lugar a dudas, una de las situaciones más estresantes y traumáticas que ambos van a experimentar a lo largo de sus vidas. Los neonatos como Daniel vienen a este mundo con un gran conjunto de necesidades, impulsos, emociones, instintos y sensaciones. El pequeño Daniel no es consciente de sus necesidades ni de sus emociones, solo experimenta displacer pero no entiende nada. Por este motivo, todos los mamíferos, y los primates en concreto, necesitamos de un adulto significativo que nos cuide, nos proteja y se encargue de atender nuestras necesidades con amor y respeto.
Source:: Moda
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